Reseña: Orgullo y Prejuicio - Jane Austen

TÍTULO: Orgullo y Prejuicio
AUTOR: Jane Austen

EDITORIAL: Muchas; esta edición es de Editorial Juventud, Libros de Bolsillo Z

PÁGINAS: 311

SINOPSIS: La llegada del señor Bingley a Hertfordshire causa un gran revuelo en el pueblo, en especial para la señora Bennet, que no ve la hora de intentar casar a una de sus cinco hijas con el joven. Su propósito es casar a Isabel, la segunda de sus hijas y la más independiente, aunque finalmente acaba siendo Juana la que cae enamorada del señor Bingley, mientras que Isabel se ve fascinada por el misterioso Mr. Darcy, el mejor amigo del señor Bingley, con una personalidad tan antipática y asocial que repele a todos. Pero no hay ningún corazón humano capaz de resistirse al verdadero amor...

¿Qué os puedo decir de este libro que no hayáis oído ya? Una historia como pocas acerca del amor real, y del poderoso cambio que puede obrarse en un ser humano por otra persona. 

En cuanto abrí la novela por la primera hoja, ya me eché unas risas, porque si hay algo con lo que no me dejo de reír cada vez que lo leo es con el "Ay, mis pobres nervios" de la señora Bennet. Ahí el que es genial es el señor Bennet, que la hace callar siempre tan elegantemente como es capaz. 

Y aquí tenemos a Miss Maruja de Pueblo

"-No tienes ninguna compasión de mis pobres nervios.       

  - Te  equivocas querida; les tengo un gran respeto               

a tus nervios. Hace por lo menos veinte años que te

oigo hablar de ellos con mucha consideración." 

Desde el primer momento fiché a la señora Bennet como a la cotorra del pueblo. Y cuando digo cotorra, me refiero a una cotorra tipo Vieja´L Visillo a lo grande en su versión británica. Tu no cuentes ná, que ya lo cuento yo, pues esta lo mismo, solo que en el siglo dieciocho y casada. El pobre señor Bennet, por otra parte, me cayó bien desde el momento en que decidió ignorar la exaltación de su mujer, lo imaginé como un hombre canoso, con algunas entradas en las sienes, de aspecto imponente pero amable, paternal y cariñoso, que posteriormente descubriremos que es así.

Keira Knightley as La Superprota

Cuando avanzamos un poco más, nos encontramos con las dos hijas mayores de la familia Bennet, Isabel y Juana. Juana, la mayor, me cayó algo gorda, porque me pareció la típica niña bien, perfecta, inteligente, aplicada, buena, educada, guapa y sencillamente INSUFRIBLE debido a su extremada perfección, aunque luego vi que me había equivocado en mi primer juicio y nos hicimos amigas ella y yo, dado que es un personaje muy importante en la trama  (seguramente esto destrozó los nervios de la señora Bennet). Por otra parte, Isabel, la protagonista (por cierto, me encanta la elección de Keira Knightley para interpretarla en la película), me cayó bien desde el primer instante en que la leí. Independiente, orgullosa sin pasarse, amigable, aventurera y auténtica, esta es Isabel Bennet, y el que diga lo contrario miente. Después de estas dos chicas, que son las más llamativas e importantes de las hermanas Bennet, tenemos a María, la rata de biblioteca pedante e insufrible (yo creo que tiene futuro como monja más que de sobra), que solamente tiene un par de cameos; Lidia,  la prostituta refinada, que va intentando ligarse a todos los bichos vivientes que tengan menos de cuarenta años, todo un ejemplo de lo que no hay que acabar siendo en esta vida; y la súper influenciable Catalina (comparte nombre con otra mujer que también aparece en la novela), que es un ser sin personalidad que se deja arrastrar por su hermana Lidia para irse las dos alegremente a perseguir oficiales.

No me iréis a decir que no es guapo y que no está bueno...

Cuando entramos en la casa Bingley para presenciar el nacimiento del amor entre *SPOILER* Juana y Bingley *FIN SPOILER*, hacen acto de presencia otro corrillo de hipermarujas, oséase: la señora Bingley, que es como el prototipo de mamá  posesiva que teme porque cree que su hijito no va a casarse con alguien de suficiente importancia social; la señorita Carolina Bingley, que es como una de esas superpopulares del instituto que es en realidad un asquito de persona, que anda detrás del Señor Darcy (ahora os lo presento <3) y aborrece a Isabel por el interés que atrae de Darcy; y las primas, creo recordar, de Bingley, que son como las gemelas rubias, anoréxicas y estúpidas perdidas de aquella serie animada de las Bratz, les falta chocar las caderas. Y también aparece, oh sí, aparece el SEÑOR DARCY, con su APARICIÓN ESTELAR y enamorándonos a todos con su mordaz bordería y su atractivo todo. Su atractivo aspecto, su atractiva inteligencia, su atractiva manera de pegarle unos cortes de agárrate y no te menees a la boba de la señorita Bingley, su atractiva existencia. Es totalmente asdfghjklñ >_< es de los primeritos en mi lista de amores literarios :·3.

Además de estos personajes, pronto entran en escena dos célebres personajes: el pastor Collins, citando la sinopsis de mi ejemplar, uno de los más célebres figurones de la literatura inglesa, pelota incansable y blanco de muchas bromas de la novela, y su indigesta señora (que no mujer), Lady Catalina de Bourgh, que se me atraganta. Es como si fuera perfecta y pensase que el resto del mundo no, y opinase que vamos a arder todos en el infierno si no seguimos sus preciosos consejos. Es... buaj, es la hiperperfectísima milady que mete las narices en los asuntos de todos y se piensa que todos besan el suelo por donde pisa. Así ha salido su hija, la señorita de Bourgh, que es una pavisosa. Claro, con esa madre...

Y por último entra en escena el perverso y maquiavélico Wickam. Pero vamos a ver, Isabelita, alma de cántaro, si con solo saber su apellido está claro que es de lo peorcito (Wicked en inglés significa malvado). Yo confieso que siempre estuve de tu parte, Darcy, tú que eres un alma pura no eres capaz de tamañas atrocidades.

Creo que Jane Austen supo equilibrar humor, drama, romance y aventura en su excelente novela, compensando personajes tan serios como Darcy con otros tan cómicos como puede ser Collins (¿¡¿y cómo es posible que se case?!? ¿¡¿Tan desesperada estaba la gente por heredar un buen pellizco?!? ¡Dios!), y creando situaciones realmente bonitas, tomemos como ejemplo la declaración de Darcy a Isabel. Sus personajes están tan bien definidos que son casi palpables, al igual que sus escenarios.

Orgullo y Prejuicio contiene algunas frases realmente preciosas, sobre todo por parte de Darcy e Isabel (y no necesariamente del uno a la otra y viceversa). Además, las numerosas adaptaciones cinematográficas han dado lugar a varias generaciones de seguidores (no solo mujeres sesentonas que no tienen otra cosa que hacer) de todas las edades y colores, con el extra de que podemos elegir a nuestro Darcy y nuestra Isabel preferidos (yo he incluido la foto de los que más me gustan :D).

El proceso del enamoramiento de Darcy hacia Isabel  me pareció muy natural, como solamente los grandes maestros saben escribirlo, y lo mismo es aplicable a la caída de ésta en el amor hacia Darcy.

En definitiva, Orgullo y Prejuicio es una de esas novelas que nunca te vas a arrepentir de leer, de esas que en cuanto terminas corres a comprar a tu tienda más cercana si es que o has leído prestado o en electrónico y un libro tan especial que al ser finalizado te deja la sensación de haber perdido un amigo.

¿Le pensáis dar una oportunidad? Yo os lo recomiendo mil y una veces ;).