¡Hola! (Casi pongo Holi. Os juro que el gen choni está empezando a afectarme más de lo que pensaba. Miss, ayúdameeee TT^TT)
Aquí Neko. Se supone que ahora mismo debería estar con una cinta en la cabeza, tipo Japón, entre dos pilas de apuntes, estudiando como una loca. ¿Dónde estoy en realidad? En el ordenador, tan pancha, con una taza de té y muuucho relax. Luego me quejaré de que no me da el tiempo para poderlo aprender todo XD. Aunque bueno, tengo la inmensa suerte de caerle bien al profesor cuyo examen tengo el lunes, así que... Suspenderme, lo que es suspenderme, no creo que me suspenda. Profe, si estás leyendo esto, que sepas que me pongo a estudiar enseguida (todos sabemos que no va a ser así).
Así que, en lugar de cumplir con lo que debería hacer, os traigo una reseña de otra novela de Laura Gallego. Sí, sé que le estamos dando mucho a las reseñas, pero chicos, mañana es la BLC. Hay que tener algo que ofrecer al nuevo público que (esperemos) vendrá ;P. Además, en esta reseña yo os aviso de que no me voy a poder controlar. Seguramente suelte algún taco, porque este libro... En fin, ya lo veréis. Así que, lo siento por el vocablo soez *un poco de cultura para compensar*.
TÍTULO: Dos velas para el diablo
AUTORA: Laura Gallego García
EDITORIAL: SM
PÁGINAS: 414
PRECIO: 17,50
ISBN: 9788467541175
SINOPSIS: "Hoy día, ya nadie cree en los ángeles. Sin embargo, hay gente que sí cree en los demonios.
Pero los ángeles existen, y han existido siempre.
¿Que cómo lo sé? Porque mi padre era uno de ellos.
El problema es que, cuando los ángeles te dan la espalda, ¿en quién puedes confiar?"
De verdad... Este libro me provoca tantas sensaciones que no sé ni por dónde empezar. (Así que, sin que se note, echaré mano del esquemilla que tengo por ahí en una hoja cochina)
Bien, se nos presenta un escenario entre apocalíptico y utópico. Los ángeles siempre han existido, al igual que los demonios, en guerra constante; pero los humanos están desequilibrando la balanza. Además, una extraña Plaga está empezando a afectar a las criaturas celestiales, cuyos combatientes, los ángeles y los siete arcángeles, están sufriendo. Si un ángel se contagia de la Plaga, se desvanecerá: y la ley de equilibrio que dicta que por cada ángel caído en batalla nazca uno nuevo no sirve para nada en estos casos. El ejército
angélico agoniza.
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Fanart de Cat, aunque yo no la he leído con esa cara de buena jamás. |
La protagonista, Cat, es la hija de un ángel, y el libro comienza tras el asesinato de su padre, Iah-Hel. Cat está ahora sola en el mundo, sin más ayuda que la de la espada angélica de su padre para enfrentarse a los demonios. Nuestra chica huye a Valencia, donde se refugia en casa de un amigo de la familia, Jotapé, y desde donde empieza a indagar acerca de la situación actual de la batalla angelicodemoníaca (toooma palabro NekoShiriano). En una incursión a un club nocturno
sospechosamente parecido a un bar de striptease, Cat se enfrenta a un demonio, quien, sin saberlo, será la clave para el futuro de la chica. (OOOOOH, no me lo esperaba D: y yo que creía que los chicos malos jamás acababan siendo importantes...) Y así, junto al chico al que acaba de conocer, Cat comienza una búsqueda de la verdad personal, en la que no sólo da respuesta a las incógnitas con las que venía de antemano, sino que descubre, además, secretos y mitos tan antiguos como el mismo mundo.
¿Qué decir de este libro? La verdad es que es complicado. La trama es algo enrevesada y da muchas vueltas. Además, es un libro bastante teológico, no en lo tocante a Dios, sino en el campo de las criaturas celestiales (y aquí tenéis a, como dijo Gabe, una friki de la jerarquía y todo ese rollito superchupiguay)... Sobre todo en la primera parte. La protagonista, más que narrar lo que le pasa, que es lo que más le importa al lector a fin de cuentas, dedica bastantes parrafadas a hablar sobre el Libro de Enoc, la jerarquía celestial (y Neko, en plan experta, ha encontrado un pequeño patinazo. Es Laura, se lo perdonamos, que este tema no es sencillo), los ángeles, Metatrón (suena a robot de anime japonés, en palabras de Cat, pero os juro que es el Rey de los ángeles. Su existencia no es muy conocida, y no sé si la Iglesia lo acepta o es un bulo, pero hagámosle caso a Cat que para eso es la más friki de las dos la prota)... Luego, con la aparición de Angelo (si lo habéis leído, ya sabéis de quién os hablo c;), la protagonista al fin se calla deja más de lado el tema de explicarnos de pe a pa todo lo habido y por haber relacionado con los ángeles y ya tenemos más acción.
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ASDFGHJKLÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑ |
Cat es una protagonista extraña. Tan pronto es cálida y dulce como es fría e irracional, y la verdad es que me ha dado muchísimos dolores de cabeza. No quiero decir que la odie, pero sí que he apreciado en ella cierta bipolaridad, y la verdad es que mucho cariño no le tengo. Angelo, por su parte, es el coprotagonista que aguanta a Cat estoicamente, y un tío muy ASDFGHJKLÑÑÑÑÑ. Creo que es el motivo por el que muchas se leen el libro XD. Os dejo un regalito visual al margen. Además de estos dos, aparecen constantemente nuevos personajes con los que desesperarse: tenemos a los colegas demoníacos de Angelo, tan majos ellos, seduciendo mortales y engendrando hijos bastardos con su vena Stark; los viejos amigos del difunto padre de Cat, que, en su intento de guiar a la chica hacia el camino correcto sólo nos lían más la animan a seguir yendo por la senda que se ha marcado; una misteriosa mujer que parece seguirle la pista muy de cerca a los protagonistas, madonna Constanza; antiguos reyes celestiales, como Metatrón (no os vacilo, en serio, que sí que es el ángel más antiguo de todos, el rey de todos ellos); y muchas más criaturas míticas que contribuirán a la decadencia a la que ya de por sí está sometido el mundo en esta novela.
Y, por otro lado, personajes que terminan siendo importantes... ¡Los arcángeles! Pues sí, porque Laura ha metido a los arcángeles en este rollo, y, no os lo perdáis, ¡alguno que otro se traviste! A mí se me salían los ojos de las órbitas mientras leía aquello, y recuerdo perfectamente el estar con el culo pegado a la piedra fría de unas gradas una tarde de diciembre mientras llovía, afanándome para tapar con el brazo las páginas y que no se me mojaran (si es que yo elijo los mejores lugares para leer), y empezar a dar voces de puro flipe. No diré el nombre del afortunado, y no porque sea spoiler (bueno, vale, en parte, tengo un corazoncito antispoiler), sino porque al lado pondría una retahíla de tacos y está feo eso de maldecir con un arcángel al lado. Y, por si no os quedabais satisfechos con un cambio de sexo que no viene mucho a cuento, tranquilidad, porque también hay famas sanguinarias para otro arcángel, en este caso Miguel
que para eso es el cabecilla de la guerra contra los demonios. Miguel paga por todos los demás ángeles de la batalla, y tiene una reputación que no se la lleva ni un Targaryen.
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Vale, a Cat no le tengo mucho aprecio, pero esto me mata lol |
El hilo de la historia llega a ser un poco enrevesado. Con la cantidad de información sobre los ángeles y toda su familia con la que te bombardea la protagonista por segundo, es difícil no perderse entre caídas de Lucifer y míticos ángeles del principio de los tiempos. De hecho, más de una vez tuve la sensación de estar leyendo por leer, porque a mis ojos la acción no avanzaba.
¿Romance? Poco, por no decir ninguno. Cat es un poco
muy seca y fría, con lo que no da mucho lugar a roce, y casi todo el
amor lo desarrolla Laura entre personajes secundarios (y de uno de estos
amores voy a hablaros enseguida). Solamente tenemos un arañazo de
romanticismo al final, y teniendo en cuenta cómo va Cat a esas alturas,
no llega ni para empezar. Con lo acostumbrados que nos tiene Laura a su amor más allá de todos los límites y sus míticos y bebió de su beso (os reto a que contéis todos los que hay en sus libros, que ya veréis, ya. Yo no sé cómo la gente muere de deshidratación en el desierto de Kash-Tar, ¡bebe del beso de alguien y asunto arreglado, hombre!), esta novela presenta una frialdad muy desconcertante en este aspecto.
Finalmente, creo que este libro ha sido de esos que coges, lees, te lo pasas bien un rato pero te dejan igual. La mayoría de los libros que leo me dejan algo, una pequeña marca, alguna sonrisa por el camino, pero este solamente me ha dejado las piernas dormidas por el frío que hacía mientras lo leía.
¿Qué os parece? ¿Lo habéis leído? ¿Lo vais a leer? ¡Contadme! Cariños NekoShirianos :)